Es una expresión pura de nuestra alma, el cual nos anima a compartir con los demas incondicionalmente. Es como el corazón, el organo más importante que representa el fuego; el corazón bombea y bombea la sangre impulsándola por todo el organismo, sin pensar a quien le esta nutriendo o qué puede coseguir a cambio, el corazón simplemente danza y danza el ritmo que le aporta la vida. El corazón nutre todo lo que esta a su alcance mediante la sangre, y la sangre nutre el corazón para que este pueda seguir bailando.
La energia del metal nos anima constantemente a soltar lo que ya no nos sirve, para dejar espacio a lo nuevo y fresco.
Si nuestros limites nos son impuestos por otros, nos sentimos ahogandonos, presos, incomprendidos, desidentificados, nuestro metal empieza a corroer a perder su explendor.
Cuando vamos decidiendo con total libertad nuestros limites, los limites se trasforman en aliento, en libertad, en comprensión, en identidad, nuestro metal brilla con elegancia.